De cara a la Huelga General del 29 de marzo,
habrás escuchado con toda seguridad estos argumentos que algunas personas
repiten como mantras para justificar su postura ante la huelga. Cuando una
mentira se repite mil veces sigue siendo una mentira, aunque, a base
de repetirla haya quien se la empiece a creer.
Si estás en contra de esta reforma laboral pero
indeciso ante la huelga general, o si has decidido no participar en ella
tomando tu decisión en base a alguno de argumentos que recogemos más abajo, a
lo mejor te interesa verlos desde otro punto de vista:
Argumento #1: "No hago huelga porque no me lo puedo permitir"
La reforma laboral supondrá
con toda seguridad una rebaja generalizada de los salarios. Si no
puedes permitirte dejar de ganar el sueldo de un día, menos
podrás permitirte que te bajen el sueldo permanentemente, que te despidan
gratis, o que si tienes 10 años trabajados en una empresa tu indemnización pase
de ser 18.900 euros a 7.845, por poner un ejemplo.
Argumento #2: "La huelga no servirá para nada"
Todas las mejoras de los trabajadores se han conquistado históricamente a
través de la lucha. Nadie nos ha regalado nada. Lo que está demostrado que no
sirve de nada es no hacer nada. A la pregunta de si una huelga de un día será
suficiente, la respuesta es que probablemente no. Es sólo el principio, pero es
un paso muy importante. Si nos imponen la reforma laboral más dura de esta
democracia y no respondemos, las medidas sucesivas que tome el gobierno serán aún
más demoledoras. Se puede y se debe tumbar esta reforma laboral.
Argumento
#3: "La huelga no soluciona nada"
La huelga no es una solución, es el instrumento de presión más poderoso que hoy
por hoy los trabajadores y trabajadoras tenemos a nuestro alcance. Por eso
quien no se adhiere a una huelga perjudica gravemente al conjunto de los
trabajadores, incluido a sí mismo.
Además, si la huelga no contribuyese a
solucionar nada ¿de dónde proviene el empeño de los empresarios en que los
trabajadores no la secunden llegando a las amenazas y coacciones, que son
delito? ¿Por qué motivo la prensa de derechas trata de desprestigiar la
convocatoria de huelga? ¿Por qué incluso se están planteando legislar para
limitar este derecho?
Argumento #4: "No estoy de acuerdo con los
sindicatos mayoritarios, por eso no hago huelga"
A la convocatoria de huelga se han sumado
decenas de sindicatos minoritarios de diversos sectores y de distintas
ideologías. Es más, los primeros convocantes de esta huelga no fueron UGT y CCOO,
sino ELA-LAB en el País Vasco y CIG en Galicia. También se han sumado
a la convocatoria los sindicatos CNT y CGT, la Intersindical-STE, USO,
Solidaridad Obrera, partidos políticos tan dispares como IU, Esquerra,
Compromis, Amaiur, BNG y organizaciones sociales 15M, Juventud Sin Futuro,
Democracia Real Ya etc., quienes no comparten la verticalidad de los sindicatos
mayoritarios y son críticas con su labor de los últimos años pero aún así
apoyan la convocatoria de huelga general del 29M.
Esta huelga es de todos los trabajadores y trabajadoras, de los estudiantes,
desempleados, jóvenes, amas de casa, jubilados, de los consumidores. Es la
huelga del 99% de la población, de todos los afectados por los recortes
sociales y las pérdidas de derechos colectivos, no sólo de los sindicatos.
Los sindicatos UGT y CCOO han podido cometer errores
y criticarlos es lícito e incluso necesario. Pero los sindicatos
entendidos como organizaciones de trabajadores que se unen para defender sus
derechos e intereses son, indudablemente, el próximo muro a derribar por los
poderes económicos. De ahí la campaña continuada de ataques y de desprestigio
desde los medios de comunicación de la derecha de la que todos estamos siendo
testigos.
Argumento #5: "Hay libertad, cada uno puede
hacer lo que quiera. Yo quiero ir a trabajar porque si hago huelga me
descuentan x euros"
No hay libertad porque te están coaccionando con una penalización económica. La
libertad es otra cosa: no verte obligado a ceder a los chantajes de
gobierno y empresarios a cambio del sueldo de un día.
Renunciar a derechos laborales históricos como la negociación colectiva por un
puñado de euros es venderlos realmente barato.
Argumento #6: "Hay libertad, cada uno
puede hacer lo que quiera. Yo quiero ir a trabajar porque en mi empresa si
haces huelga te miran mal y si luego hay que despedir a alguien seguro me
despedirán a mí en vez de a otro"
No hay libertad porque te están coaccionando con el despido. La libertad es
otra cosa, no verte obligado a ceder a los chantajes de gobierno y
empresarios renunciando a tu derecho constitucional a la huelga.
Argumento #7: "Los piquetes presionan a la
gente, obligándola a que haga huelga. Los trabajadores son libres de ir a
trabajar un día de huelga"
Si la libertad realmente tuviera tantos defensores nos iría bastante mejor de
lo que nos va. En la mayoría de los casos quienes mantienen esa postura ocultan
o defienden las coacciones y amenazas con que muchas empresas tratan de
impedir a los trabajadores ejercer su derecho constitucional a la
huelga y aceptan alegremente que éstos se vean obligados a someterse al
chantaje acudiendo a sus puestos de trabajo por miedo a perder sus empleos o el
favor de sus jefes.
Los piquetes históricamente impedían que los empresarios contrataran personal
para cubrir los puestos de los huelguistas y en la actualidad tratan de
garantizar el derecho a huelga de aquellos que por presiones de las empresas no
pueden ejercerlo. Los piquetes informativos apelan a la responsabilidad de los
trabajadores y trabajadoras, les informan de sus derechos, de los motivos de la
huelga, y de las consecuencias negativas que tiene acudir ese día a sus puestos
de trabajo. Los piquetes informativos están reconocidos legalmente: tienen y
pueden ejercer su derecho a informar los días de huelga.
Recordemos además que el derecho al trabajo está reconocido en la Constitución
también los días en los que no hay huelga general aunque al Gobierno no le
interese lo más mínimo garantizar su cumplimiento y que también es un derecho
fundamental de los trabajadores que ya están siendo despedidos como
consecuencia de una reforma laboral injusta.
Argumento #8: "Con las huelgas no se
consigue nada (pero en caso de que se consiga algo, no renunciaré a ello)"
Las jornadas de 8 horas diarias o 40
semanales, la prestación por desempleo, las horas extraordinarias, el salario
mínimo, la negociación colectiva, las vacaciones pagadas, la indemnización por
despido, el permiso por maternidad o lactancia o cualquiera de nuestros derechos
conquistados que los trabajadores de hace 150 años desconocían por completo no
se consiguieron a base de ejercer la "libertad para ir a trabajar" un
día de huelga. Pese a ello no se tiene noticia de que nadie haya renunciado a
ellos. Si se consigue hacer al gobierno rectificar y no aplicar esta reforma
laboral que a todos nos afecta y perjudica, los trabajadores y
trabajadoras que no realicen huelga no habrán hecho nada
por conseguirlo pero se beneficiarán del esfuerzo colectivo.
Argumento #9: "Soy funcionario. La reforma
laboral a mí no me afecta"
Con los recortes y la privatización de los servicios públicos y el deterioro de
las condiciones laborales (y los que están por venir) de funcionarios,
interinos y personal laboral de la Administración Pública tenemos motivos más
que suficientes para secundar la huelga general, además de por solidaridad con
el resto de trabajadores.
Si no secundamos mayoritariamente la huelga general no podremos quejarnos
cuando el resto de la sociedad no nos apoye en nuestras reivindicaciones por la
supervivencia, la dignidad y los derechos laborales del sector público. Los
despidos y las rebajas en los complementos del sueldo de los funcionarios así
como la eliminación de pagas y trienios están al caer. Además, mira a tu alrededor:
padres, hermanos, hijos, familiares, amigos, vecinos, alumnos... ¿seguro que
algo que afecta al 99% de la población no va contigo?
Argumento #10: "Ya, pero este gobierno
tiene mayoría absoluta, la gente les ha votado y por tanto pueden hacer lo que
quieran. Que yo haga huelga no cambiará nada"
Los votos recibidos en unas elecciones no
legitiman a un gobierno para lanzar un ataque tan brutal a los derechos de la
mayoría de la ciudadanía. Términos tan alarmantes como los despidos procedentes
por ausentarse del trabajo por causa médica justificada, la rebaja
generalizada de los salarios, o el abaratamiento del despido no iban en el
esbozo de la reforma laboral que se puede leer en el programa electoral del PP
y por tanto NADIE los ha votado. De hecho varios representantes de este partido
negaron públicamente tanto durante la última legislatura como durante su
campaña electoral que fueran a abaratar o a facilitar el despido.
Si la sociedad se pronuncia al unísono contra una reforma laboral injusta un
gobierno democrático está obligado a escucharla.
Huelga General 29M: Tú decides
Si la huelga del 29M es un éxito rotundo y el Gobierno no rectifica
quedará totalmente des-legitimado. Eso tendría un coste político elevadísimo,
abriría la puerta a más huelgas generales, e incluso podría forzar la dimisión
del Gobierno. En cualquier caso le garantizaría un varapalo electoral. Si por
el contrario una huelga general de un día no consigue un paro total el gobierno
saldrá reforzado, la posibilidad de una movilización más contundente por parte
de la sociedad quedará anulada y la puerta a más recortes y a mayores abusos
(si cabe) contra la mayoría de los ciudadanos (estudiantes, pensionistas,
funcionarios, interinos, trabajadores del sector privado, parados) quedará
abierta.

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